Cada 1° de mayo se celebra el Día Internacional del Trabajador, pero pocas veces nos detenemos a pensar por qué y desde cuándo. No se trata solo de un feriado o un día sin trabajo: es una fecha nacida del sacrificio, la organización y la resistencia del movimiento obrero internacional.

🔥 Chicago, 1886: la chispa que encendió la historia
A fines del siglo XIX, en plena expansión industrial, los trabajadores vivían jornadas extenuantes de hasta 16 horas. La huelga general iniciada en Estados Unidos el 1° de mayo de 1886, con epicentro en Chicago, exigía una jornada de 8 horas. Fue reprimida violentamente y culminó el 4 de mayo con una explosión en Haymarket Square, donde murieron policías y manifestantes.
La respuesta del poder fue brutal: detenciones, juicios sin pruebas y la ejecución de cuatro líderes sindicales, hoy recordados como los mártires de Chicago. En homenaje a ellos, la Segunda Internacional declaró el 1° de mayo como jornada de lucha obrera.
🌎 De Chicago a Monte
En Argentina, el 1° de mayo se conmemora desde 1890, con marchas impulsadas por movimientos anarquistas y socialistas. Con los años, la fecha tomó fuerza institucional, especialmente durante el peronismo, que colocó al trabajador en el centro de su proyecto político. Hoy es un día que une a generaciones que siguen luchando por trabajo digno, salarios justos y condiciones humanas.
⚙️ Nuevos tiempos, viejos desafíos
Vivimos una época donde la irrupción de la inteligencia artificial, la automatización y la economía de plataformas están desestabilizando el mundo del trabajo tal como lo conocíamos. A esto se suma un Estado en retirada, cada vez más ausente en la protección de los sectores más vulnerables. En este contexto incierto, se vuelve urgente recuperar el tejido comunitario, volver a mirarnos, confiar en los lazos locales, en las redes afectivas, en la construcción colectiva desde abajo.
En pueblos como Monte, la comunidad puede y debe ser refugio y trinchera. Repensarnos juntos y superar las grietas con empatía, con escucha y con imaginación política, es parte de la tarea que nos deja este 1° de mayo: trabajo sí, pero con dignidad, justicia social y futuro compartido.