En un mes robaron tres veces el Centro Educativo Complementario (CEC) 801 y también entraron a robar en la Escuela Secundaria 4 y el robo más reciente, el Jardín de Infantes 906 del barrio Unidad Nacional. Exigen respuestas de la Fiscalía y del Municipio, que afirmó que es un grupo de menores, responsabilizó a los padres y los denunció penalmente ante la justicia.
Se trata de escuelas ubicadas a pocas cuadras entre sí. El CEC 801 está en Río Paraná y Colorados del Monte, en tanto que el Jardín 906 se ubica en el Barrio Unidad Nacional (BUN). “Repudiamos lo sucedido, exigimos más seguridad, equipamiento e infraestructura adecuada en las instituciones para que no vuelva a suceder en ninguna institución”, dijeron desde SUTEBA Monte.

Según pudo saberse, se trata de chicos menores de edad que generan desmanes de forma constante, insultos a los vecinos, amenazas y hasta han apedreado casas de vecinos. “No logramos que los padres se involucren”, dijo el intendente local, José Castro, quien ofreció una conferencia de prensa junto con Matías Balsamello (secretario de Gobierno), Agustina Cabral (es la secretaria de Educación sin ser especialista en el tema), pero insólitamente no participó el encargado de la Seguridad, Rodolfo Papania.
“Se trata de entre 10 y 12 chicos menores de edad, que tienen entre 10 y 15 años”, dijo Balsamello, quien contó que la denuncia la decidieron hacer junto con el ayudante fiscal de Monte, luego de una reunión que mantuvieron el viernes. La decisión es trabajar sobre la consecuencia y no sobre la causa. Es decir, se colocarán cámaras en algunas escuelas, pero no se habló de pensar soluciones para que los jóvenes acusados de robar puedan tomar otros caminos.
La Secretaria de Educación dijo que –al fin- usarán una parte del dinero del Fondo Educativo, que Nación gira a los municipios directamente y que la gestión de Castro no utiliza para las escuelas, para acercar una solución a las escuelas que sufrieron el robo de su material de trabajo, pero fue un compromiso bastante tibio el de la funcionaria respecto de la reposición del material.
Los jóvenes acusados son chicos con “educación en suspenso”, es decir, dejaron la escuela o concurren esporádicamente y carecen de una familia que los contenga y de un estado que se encargue del abordaje del problema.