
Antes de estar terminado, ya cumplió con su cometido el mural de la Casa de la Cultura: generar un intercambio, un interés por el patrimonio común y un impacto. Es que tras la polémica generada en las últimas horas luego de que la Comisión de Patrimonio Cultural de Monte manifestara públicamente su rechazo al mural que la Dirección de Cultura lleva adelante con el diseño de las chicas y chicos del Programa Envión, la muralista Claudia Valentino volvió a tomar el pincel para continuar con el collage protagonizado por los jóvenes para resumir la importancia del cuidado del agua.
Monte Vivo habló este jueves con la muralista y con quienes desde Cultura defienden la idea de que los jóvenes de Envión pudieran expresarse del modo en que lo concibieron. “Hicimos un taller sobre la importancia de la imagen y la importancia del mensaje que se quiere dar en la imagen para sentir el espacio como propio, de pertenencia, sobre cómo abrir el espacio y reclamarlo también. Y estuvimos hablando sobre cuál es la importancia de Monte, hablamos de su laguna y sacamos un mensaje ambiental del cuidado del agua y de por qué hay que ser responsables con el agua y de esos talleres salieron cinco temáticas del agua”, cuenta la muralista sobre la génesis del trabajo.
Luego de una mañana de reuniones, se decidió continuar con la realización del mural que tiene como figuras humanas a los mismos chicos posando para demostrar con el cuerpo lo que significa para ellos el agua. “Dijeron el agua es diversión, el agua es higiene, el agua es vida”, cuenta Claudia. Entonces debieron representar la diversión, por ejemplo. “Ellos mismos hicieron collage de sus propias fotos entonces esto lo hicieron ellos, esto fue creado por ellos, incluso la frase ´La lluvia es una canción de amor escrita por la naturaleza´, que es una frase que surgió de los chicos. El sol también fue creado por los chicos.”

Patrimonio dijo no
“La parte que más me gusta es el contacto con la comunidad”, dice Claudia, quien se define como muralista comunitaria. Los autos frenan un segundo, se demoran en la esquina y sus conductores y acompañantes echan una mirada al mural que este jueves 27 de marzo sigue avanzando a pesar de las consideraciones de la Comisión para la preservación del patrimonio Histórico, Cultural y Natural Montense, que pidió frenar la obra. ”En el impulso y el entusiasmo de crear, compartir y generar espacios nuevos, no tuvimos en cuenta la importancia de comunicarnos con el área de Patrimonio”, admitió Marie Hopp, parte del equipo que por estas horas pinta el mural.
La Comisión de Patrimonio, publicó: “Queremos expresar nuestro más profundo RECHAZO Y DESCONOCIENTO con respecto a la elección del color con que se pintó la Casa de la Cultura, hermosa construcción antigua dentro de nuestro valiosísimo CASCO HISTÓRICO. Solicitamos la PARALIZACION y pronta REVERSIBILIDAD de esta medida”.
La publicación generó una serie de reuniones y de opiniones cruzadas entre quienes se ajustaban a una u otra idea. O entre quienes valorizan la idea pero no coinciden con el color. Y demás opiniones que se dieron en redes sociales y también en grupos de Wassap. La opinión de una vecina de Monte alertó. “Esta comisión se acuerda cuando quiere del patrimonio. Tiraron los árboles de la laguna y nada, silencio. Solo atinaron a decir que no les correspondía. Desarman casas históricas y nada. Ahora intentan hacer algo para los pibes y es un escándalo. ¿Cuál es la función de esa comisión?”, se preguntó. La arquitecta Mercedes Plaul ofició de vocera de la comisión de Patrimonio y le respondió a la vecina. “Los árboles a los que hacés referencia están protegidos por la ordenanza 4362 de preservación patrimonial, desde el año 2020, en que se sancionó por unanimidad en el HCD, el mismo cuerpo que, incluso con algunos de sus miembros aún en sus bancas, votó nuevamente por unanimidad el proyecto que comprendía la tala de los eucaliptus, olvidando o desconociendo tal preservación previa. Y se los recordamos, desde la Comisión”. En aquella ocasión, la Comisión no realizó ninguna manifestación pública al respecto, como sí ocurrió ahora.
Otro vecino de Monte se pronunció en redes sociales: “Se realizaron edificaciones que realmente atentan a nuestro patrimonio, irreversibles, en áreas centrales incluso. Me parece que intentar obstaculizar en este caso lo que es la cara visible, inicio y apropiación de nuestros jóvenes a un proyecto pensado por y para ellos. Habla más de una rigidez de esta comisión que debería poder contemplar los fines para poder juzgar los medios. Hace mucho que a los jóvenes de nuestro pueblo no se les brinda un lugar y se los contiene. Apostemos a esto, y si no funciona, mañana se pinta nuevamente en su color original.”
“Con el daño que se ha hecho dentro del casco urbano, con la cantidad de fachadas históricas que se han derrumbado para hacer una casa, con la cantidad de cosas que se han tenido que tirar abajo, porque estructuralmente no era posible sostener. Que hoy nosotros estemos reivindicando un espacio y volviéndole a dar vida por ahí desde un lugar que no es el que el tradicionalismo sugiere. Tiene importancia, porque también se trata de sostener un edificio desde otro lugar. No se trata de borrar la cultura e iniciar algo nuevo porque todo lo que estamos haciendo no va a quitar que en un futuro se sigan haciendo eventos folklóricos y se siga reivindicando el tradicionalismo también”, dice Sebastián.
Un espacio diverso
Los integrantes del equipo de Cultura que vienen trabajando en el espacio pusieron de relieve que el lugar está enfocado en los jóvenes. “Este lugar está pensado para las juventudes, por su ubicación en la zona de los colegios, frente a la plaza España-Iribarne. Está apuntado a que los chicos puedan venir y dejar su vianda a la mañana, venir al mediodía y calentarse la vianda, para que sea un punto de encuentro entre ellos, para que no estén en la vereda de un kiosco o en la plaza misma. Tienen juegos, tienen mesa de ping-pong, jenga”, cuenta Sebastián, integrante de Cultura.

“El espacio fue ideado como un centro cultural alternativo por así decirlo, con la de poder generar actividades. Cuando se empezó a gestar el espacio, vimos que era todo lo que se podía hacer. Por esa razón todos los talleres que se van a dar en el espacio van a ser apuntados a jóvenes”, dice Sebastián. Rosario también aporta: “Dentro de los más de 40 talleres que se abrieron desde la Dirección de Cultura los que son apuntados a las adolescencias van a estar acá, en este espacio, para apropiarlo también”. Sebastián dice que más allá de que durante el día se haga un espacio pensado para las juventudes “a la noche tenemos bandas locales y el domingo en el patio estuvieron Facundo Ostegui y Jorge Barberini, por ejemplo, porque la idea es que sea un espacio abierto a todas las expresiones”.
“La voz del barrio”
“Las paredes son la voz del barrio”, dice la muralista, parafraseando al Indio Solari con aquella frase de “Me voy corriendo a ver que escribe en mi pared la tribu de mi calle”. O a Rodolfo Walsh con su frase: “Las paredes son la imprenta del pueblo”. “Es para visualizar a los marginados”, dice Claudia. Y sonríe.
“Entiendo también -siendo de Monte-, que es un pueblo tan tradicionalista y con tanto valor por el patrimonio, que puede ser chocante para muchas personas el hecho de que la fachada se haya cambiado de color. Pero está bueno también reivindicar la cultura en ese espacio considerando también que se está teniendo en cuenta la cultura tradicionalista en el patio del museo, entendiendo también que la cultura pertenece a todas las ramas etarias y a todos los grupos sociales. Nada de lo visual le quitará la esencia de lo cultural. Hace poquito lo tuvimos a Claudio Agrelo, por ejemplo, en el patio del museo, que es un maestro. Y tener la oportunidad de reivindicar el folklore desde este espacio también lo que va a hacer es que la gente que no estaba dentro del tradicionalismo se acerque a este lugar”.
Un punto interesante toca Sebastián. “La gente que predomina en la cultura urbana en Monte tal vez nunca hubieran entrado a este lugar a ver un evento folklore o tener la oportunidad de darse el gusto de conocer a una persona como Claudio Agrelo. Muchos de los chicos que están arraigados al hip hop también están arraigados a la letra, a la poesía, a la lírica. Y está bueno hacer ese cruce que, si bien son dos ambientes totalmente distintos, terminan unidos por la lírica y por la poesía y por la escritura”, dice. “De la misma forma que, por ahí, personas de mayor edad o que están desconectados de los ritmos urbanos o de la cultura urbana en general, también tengan la oportunidad de absorberlo de la misma manera que lo absorben los jóvenes”, analiza Sebastián de Cultura.