“Eran las 6 de la mañana, estábamos durmiendo y vinieron, cortaron todas las plantas, tiraron los canastos donde la gente dejaba el plástico y todo eso y me sacaron a mí. Entraron con un tractor, sacaron todas mis cosas y me echaron como a un perro”. Así relató a Monte Vivo el desalojo que sufrió Leonardo Chumba, un hombre de 45 años y reciclador de cartón que hasta este martes vivía en un predio perteneciente al ferrocarril, ubicado a la salida de la estación de trenes de Monte, al lado del semáforo de cruce de la Ruta 3, de donde el municipio lo desalojó sin una orden judicial, sin notificación previa y sin contemplar cuestiones básicas como la enfermedad que sufre María, compañera de Leo, que se descompensó y debió ser asistida por una ambulancia.
“Vinieron cinco personas de tránsito y un patrullero, que no participó, sino que se quedó a distancia. Mi mujer se descompuso porque ella es epiléptica. Nadie vino a hablar antes de hacer eso ni a avisar que iban a hacer eso. Me echaron como a un perro”, dijo Chumba.
Los hechos
“El comisario de Monte se acercó el lunes a eso de las 16, habló conmigo, me pidió los datos, el DNI, pero no me dejó ningún papel, nada”, según le dijo Chumba a este medio. De acuerdo al testimonio de Leonardo, el funcionario policial tampoco le notificó verbalmente que fueran a desalojarlo 14 horas después. “Anotó en su celular lo que me iba preguntando. Me dijeron que querían llegar a un arreglo para que me fuera, anotó mis datos y los de Mari en su celular y eso fue todo”, dijo Leonardo.

Este medio se contactó con Joaquín Muele Soler, subsecretario de Desarrollo Social del Municipio, para conocer los detalles del desalojo. “No puedo darte precisiones desde lo legal, de eso se encarga la Secretaría de Gobierno. Yo no estuve al momento del desalojo porque no soy parte del procedimiento”, dijo y no pudo especificar si había una orden judicial de desalojo. “Desde Desarrollo Social tenemos contacto con Leo desde el 10 de julio de 2024. Ellos venían desde Cañuelas, vivían en la quema de Cañuelas, y trabajaban en Monte con el cirujeo de cartón. Allá estaba compleja la cuestión de la seguridad y se vivieron para acá. Le avisamos que esa situación no era ideal y le acercamos soluciones. Pero Leo es analfabeto, no conoce las calles, no puede manejarse para buscar un lugar. Nosotros lo asistimos con algo de alimentos, de ropa y de calzado”, dijo el funcionario municipal.
“Él quería vivir en esas condiciones, intenté persuadirlo, hablé con él en tres oportunidades para que busque un lugar para vivir. Pero no accedió”, dijo Muele. “El municipio me ofreció un subsidio de 50 mil pesos, pero no llego a cubrir ni una parte chica del alquiler con esa plata”, respondió Chumba.
Para Muele, “estamos en Monte, como en otros lugares, ante un déficit habitacional. Ante este panorama, se trata de resolver mediante el ingreso a un alquiler con una ayuda económica. Lamentablemente, se produjo antes el desalojo”, se lamentó Muele y dijo que “ellos tienen una vivienda en Cañuelas, donde vive su hijo”. “No tengo ningún hijo en Cañuelas”, le dijo Leo a este medio. Una vez que lo desalojaron y por iniciativa de Muele, una vecina lo llevó en su camioneta particular al barrio Libertad de Cañuelas, donde vive el hijo de Mari, su compañera. “Yo tengo que trabajar, no puedo estar sin trabajar porque tengo que comer”, resumió Leo, que tiene domicilio en Monte, según pudo comprobar este medio.
No soy de aquí, ni soy de allá
Una vez consumado el desalojo, el secretario de gobierno municipal, Matías Balsamello, difundió en su perfil de Instagram un posteo donde confunde el espacio diciendo que se trata del ingreso a la terminal cuando en verdad es la salida. Allí se ve la acción del tractor sobre el lugar donde vivía Chumba con el siguiente texto: “Hace un tiempo este espacio había sido tomado por personas oriundas de otra localidad. Reafirmamos nuestro compromiso con el orden, el respeto y la convivencia”, escribió Balsamello. Sugestivo posteo el del funcionario, porque no existe contra Chumba ninguna queja de los vecinos ni del personal de la Terminal ni de la estación de trenes, no tiene denuncias penales y no ha generado disturbios.
Monte Vivo contactó a Balsamello, pero se negó a dar su versión de los hechos. “Las imágenes que mostró Balsamello en sus redes dan cuenta de la crueldad con la que se manejan. Destruyeron la vivienda de Leo y le sacaron el cartón acumulado, la ropa y sus herramientas de trabajo. ¿Se puede ser tan miserable y hacer de cuenta que eso está bien?”, le dijo a este medio Nico Biebel, quien acompañó a Chumba en su presentación en el Centro de Acceso a la Justicia (Cajus), adonde concurrió para cerciorarse de sus derechos. Biebel es dirigente medioambiental y “ecoperonista”, aclara en tono de broma. “Balsamello tiene argumentos estúpidos como que son de otra localidad y que ahí afectaban la imagen del turismo, cuando en realidad ni se veía la casita que se habían armado. ¡Son unos caraduras, limpien la laguna si quieren cuidar al turismo!”, disparó Biebel, quien conoció a Chumba en una capacitación sobre reciclado que brindó el Ministerio de Desarrollo de la Comunidad en el barrio Coppola.

“Leo es una persona que todos los días sale a cartonear y la gente lo respeta porque lo ven laburando todas las mañanas. Negocios y particulares le guardan reciclables que él religiosamente pasa a buscar con su compañera María que tiene una condición de salud especial. Los funcionarios municipales no saben nada de la historia humana de una familia que vive en esas condiciones”. Nico Biebel.
Por iniciativa de Cajus, un órgano del gobierno bonaerense, Muele Soler abrió una mesa de reunión con Chumba, lo citó a las 11 de este jueves en la sede de Desarrollo Social, pero al cierre de esta nota, a las 13, el funcionario no estaba en su oficina y por lo tanto no los recibió, a pesar de que tanto Leonardo como María, Ángel y Roxana, las otras personas que estaban al momento del desalojo, lo esperaban.
Biebel cargó contra los funcionarios municipales que festejaron el desalojo como un triunfo. “El intendente Castro en vez de obrar como un buen cristiano se suma a la moda de ser facho de (Patricia) Bullrich y (Javier) Milei. Se mandaron a desalojar ignorando todo procedimiento humanitario para con gente en una situación muy vulnerable. Castro, Balsamello, Muele y Lencina dan vergüenza, son unos patoteros de cuarta que se la agarran con alguien indefenso. No nos olvidemos que Leo, más allá de no haber nacido en Monte, es un argentino, tiene derechos, es una persona que vive en la calle y es nuestro deber asistir humanitariamente a la gente que lo necesita y ayudarles a que puedan laburar!”
Tanta impotencia, ante tanta crueldad por parte de los que tienen el poder de decidir frente al sufrimiento de personas en situación de calle.
Las usurpaciones no se deben permitir,pero en argentina cada funcionario toma la ley como se le ocurre tengo usurpadora 4 terrenos e floreció varela hace 20 años con la co.plicidad de la fiscal nuria gutierrez y el ex intendente julio pereira ,todo se maneja dictatorialmente